Balances ecológico y económico positivos
Consumo reducido de materias primas, tasa de rotura extremadamente baja, sacos que pueden ser reutilizados o reciclados: las ventajas ecológicas también son ventajas económicas.
Las propiedades del material y el proceso de fabricación ingenioso hacen que un saco AD*STAR® que como mínimo tiene un peso propio de 75 g puede ser llenado con 50 kg de cemento. Un saco de papel comparable con 3 capas pesa unos 180 gramos, un saco de una película PE 150 gramos. El ahorro de costes en el uso de materias primas también es una contribución valiosa a la preservación de un medio ambiente intacto.
AD*STAR® para el medio ambiente y la economía
Haciendo una comparación con los sacos de papel convencionales, se ve que la tasa de rotura se reduce drásticamente con los sacos AD*STAR®.
Esto no sólo ahorra dinero: El riesgo de que el material envasado contamine el suelo o las aguas es prácticamente inexistente. El potencial de ahorro de energía y material también es enorme al tener en cuenta una tasa de rotura de un 5% aproximadamente en los procesos de llenar, trasladar, paletizar, apilar, cargar y transportar los sacos de papel convencionales.
Valor de mercado antes y después del uso
Y esta cifra ni siquiera incluye los sacos que rompen durante la distribución o en detrimento del consumidor final. Por esta razón, cada vez más distribuidores y consumidores preguntan por AD*STAR®. Así, el embalaje AD*STAR® constituye una ventaja competitiva importante para vender sus productos.
Incluso después del uso, los sacos AD*STAR® son recursos valiosos.
El reciclado es una de las posibilidades. Los sacos son de polipropileno puro y pueden ser tratados para obtener nuevamente un granulado PP. La intrusión es otro método de reciclado. Produce piezas moldeadas de alta calidad a base de desechos plásticos mezclados. Los sacos pueden ser quemados sin perjuicio al medio ambiente para aprovechar su poder calorífico que es casi tan alto como el del fuel. En el mundo entero hay cementeras que cubren hasta el 30% de sus necesidades con tales combustibles secundarios.
Pero muy a menudo pasa otra cosa, ya que en muchos países los sacos usados se comercializan para diversos fines prácticos, como p.ej. en viveros o como protección contra la intemperie.